Duendecillos. Llamados también duendes de la casa dado su apego a los quehaceres domésticos, estas pequeñas criaturas son los mejores compañeros que puede haber. Sin embargo, tienen una vena traviesa, sobre todo cuando se sienten agraviados. Los duendes suelen bailar en los platos de leche y de comida que dejas fuera fuera para tu perro o tu gato, y la manera de saber si han estado ahí es por las pequeñas huellas que sus piececitos han dejado alrededor del plato. Curiosos por naturaleza, los duendes son las hadas que se llevan pequeños objetos de cualquier parte de la casa para examinarlos y, a veces, usarlos. Alfileres, agujas, cualquier cosa que sea pequeña y brillante, los duendes lo cogerán todo alegremente y te lo esconderán, a no ser que les pidas de forma expresa que te lo devuelvan